Puesta en marcha del proyecto de patchwork INICIACIÓN
¿Quieres empezar un proyecto de patchwork y no sabes el qué? ¿Te pasas días y días buscando entre las fotos de Pinterest buscando trabajos alucinantes que poder llevar a cabo? ¡Bienvenida al club! Te diagnostico como ‘enganchada a la costura’. Vamos a conocer un poco más de lo que hablo.
Patchwork lovers
Esta enfermedad que padecemos tiene muchos síntomas además de las búsquedas en Internet. En casa tengo un armario en el que apilo las telas en dos montones diferenciados, por un lado encontramos las que denomino ‘telas buenas’, esto es, telas americanas 100% algodón que han sido diseñadas específicamente para estas labores; y por otro lado las ‘telas malas’, que en algunos comercios te venden como telas de patchwork pero que sencillamente son telas de algodón, con estampados muy bonitos y llamativos, capaces de distraer tu atención en los primeros momentos. ¡Ah se me olvidaba! Por supuesto, las telas malas son mucho más baratas que las buenas .
El tamaño del montoncito bueno que escondo en mi armario es directamente proporcional a mi enganche al patchwork, y el malo, cada vez es más pequeño y muy propenso a terminar como pruebas del tipo ‘ensayo y error’. Si te equivocas duele menos y si te sale bien, siempre lo podrás aprovechar para algunos trabajos. En mi caso, hago esas pruebas con pequeños bloques que se puedan convertir en un camino de mesa, un cojín o incluso para colgar en un bastidor en la pared.
Las sobras, perfectas para algunos proyectos
Pero mi despensa de patchwork no acaba ahí. En una caja de cartón que ya casi no cierra guardo esos trocitos minúsculos de tela que me han ido sobrando y que siempre tienen cabida en los nuevos proyectos. Porque… ¡aquí no se tira nada! Incluso en una bolsa guardo muchísimos cuadrados formados por triángulos, resultado de los flying geese, los bordes de sierra o cualquier otra técnica que implique cortar triángulos. Fíjate qué molinillos más chulos hice con los triángulos que fui cortando de las piezas de un cojín .
Por tanto, cuando vayas a comenzar un trabajo, analízalo bien, haz cálculos de cuanta tela necesitarías y no estaría de más que revisaras entre tus retales, porque podrías tener alguna tela que combine y que teniendo la cantidad suficiente te ayude a ahorrar unos euritos. Eso nunca viene mal.
¿Estás inmersa en algún proyecto? ¿Andas como loca pensando que hacer? Cuéntanoslo aquí abajo y tal vez ayudas a que alguna indecisa se ponga en marcha con su proyecto de patchwork.