Una nueva vida para una silla (II)
La semana pasada te proponía darle una nueva vida a alguna de esas sillas que todos tenemos apartadas por casa. ¿Por qué no darle un toque de color que haga que se lleve todas las miradas? Pues con ese objetivo inicié el tutorial anterior y hoy voy a mostrarte el resultado final. A mí me encanta y espero que a ti también te guste. Me encantará ver que te has animado a tapizar una silla y devolverle la alegría de otros tiempos. No te haré esperar más, una semana es suficiente. ¿Continuamos desde donde nos quedamos?
Hasta ahora no te había enseñado la silla que utilizaré para el nuevo tapizado. Es bastante antigua y, según me enteré estos días, el tapizado no es el original. Así que más que una segunda vida le daré una tercera 😉
Si tienes buena memoria recordarás que al final del tutorial Una nueva vida para una silla (I) habíamos hecho cuadritos. Todos tenían el mismo tamaño y para elaborarlos había utilizado un charm pack que tenía por casa. Aquí los tienes.
Ahora que ya están preparados tenemos que unirlos. Pero antes deberás fijarte bien en los colores de las telas para tratar que no se toquen cuando los coloquemos. Mi consejo es que los organices y cuando creas que lo tienes te pongas a hacer otras cosas. Vuelve un rato después y comprueba si está todo correcto. Yo lo tuve que hacer un par de veces porque siempre se me tocaba alguna tela y después no queda tan bonito
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¿Te has fijado que cada cuadro va en un sentido diferente? Esto lo hace mucho más sencillo de coser porque no nos encontraremos cruces que nos puedan molestar a la hora de unirlos. Cóselos entre sí como cuando hacíamos los nine patch, pero en esta ocasión con más cuadritos. Hasta que consigas este resultado.
Obtenemos un cuadrado al que en mi caso he añadido cuatro tiras blancas de 10 centímetros cada una. De esta forma podré tener tela suficiente para tapizar la silla con mayor comodidad. Al haber usado un charm pack que además ya había empleado en otro trabajo no tenía tela suficiente para ampliar.
Y llega el momento de empezar a tapizar la silla. Para hacerlo desatornillamos el asiento y guardamos los tornillos para volver a ponerlos en el mismo sitio. Y aquí, aunque ella no quería que dijera nada, tengo que agradecer a Estrella, mi suegra, que me ayudó a hacerlo. Si no es por ella, sigo con la silla como al principio hasta la eternidad del infinito 😉
En nuestro caso quitamos la tela que cubría la parte inferior del asiento para cambiarla por una nueva. Para eso era necesario quitar las grapas. Fíjate si hacía falta el cambio de tapizado que las grapas estaban en muy mal estado. Hazlo con mucho cuidado porque pueden partirse o saltar y hacerte daño.
¿Comenzamos a colocar la tela? Puedes ayudarte de una pistola de grapas, que te facilitará mucho el trabajo. Comienza por sujetar la tela con grapas en cuatro puntos del asiento, asegurándote de estirarla bien. Pondremos grapas arriba, abajo, izquierda y derecha. Y continúa grapando alrededor de la base a excepción de las esquinas, que las dejarás para el final.
Asegúrate de estirar tan bien que no se te vean arrugas ni pliegues en los bordes de la silla. Con un poco de paciencia lo conseguirás, al igual que hice con el alfiletero que te enseñé hace algún tiempo.
Ahora simplemente tenemos que cubrir la parte inferior para que no se vea esta tabla tan fea. Lo ideal era hacerlo con muselina o alguna tela parecida, pero al ser de color beige no me gustaba. Así que me decanté por fieltro blanco, que aunque no se va a ver, me gusta más como queda con los colores de la silla.
Pero, ¿cómo habrá quedado por delante? La verás cuando te enseñe la silla completamente terminada, jejej. Porque aún le queda algo más, no creerías que la iba a dejar del mismo color. ¡De eso nada!
Aprovechando que Loly, la tía de Tony, me ofreció un bote de pintura blanca a la tiza, chalk paint, le dimos una aire diferente a la silla. Así que Tony no tuvo más remedio que armarse de una brocha muy suavecita, paciencia y ponerse a pintar.
Sí, más de uno estará pensando que el suelo está manchado de pintura. Pero bueno, tocará fregarlo a conciencia y usar periódico la próxima vez 😛 Al fin y al cabo el suelo se limpia, jajaja. Prefiero centrarme en lo que viene ahora. La primera imagen que te enseño de la silla terminada. O al menos un detalle. No olvides colocar los tornillos para que no se mueva el asiento. Aunque créeme que desearás sentarte, esté como esté.
Donde realmente vas a notar la diferencia es en esta foto. Y cuando lo hago me pregunto cómo no se me ocurrió antes.
Ya solo me queda sentarme a estrenarla. Será la nueva silla para mi máquina de coser y seguro que ahí sentada vendrán a mi cabeza cientos de ideas creativas. Y es que el espacio ayuda muchísimo y cada vez me siento mejor en mi pequeño gran taller.
Aquí termina el tutorial de hoy. Espero que te haya gustado y que te animes a intentarlo porque es muy facilito. Si te apetece dejarme un mensaje aquí abajo, como siempre, me encantará leerte. Y si te gustan mis tutoriales puedes suscribirte en la página principal y te llegarán a tu bandeja de entrada en tu correo electrónico.
Me despido de momento, pero antes quiero darle las gracias de nuevo a Estrella, Loly y Tony, por ayudarme a hacer realidad todas las locuras que me pasan por la cabeza.
Nos leemos muy pronto.
¡Besos costureriles!
De lujo.Te ha quedado espectacular!!
Qué cambio!! Te quedó estupenda y mucho más alegre!! Abrazos
Te ha quedado fantástica, por ahí tengo dos para restaurar yo también.
Mil gracias por tu tutorial
Me alegra tu «vuelta». La silla espectacular.
Bellísima, sé que va a tener muy buen uso. Felicitaciones! !!